Hoy, lunes 8 de julio, finaliza el plazo de un año que fija la reforma laboral para la prórroga automática de 1.324 convenios colectivos. Al margen del impacto de la reforma laboral en las cifras de paro una de sus consecuencias directas es la negociación colectiva. La cifra de trabajadores afectados varía entre un millón trecientos mil, según cálculos de la patronal, y un millón ochocientos mil de los sindicatos. En todo caso, la reforma laboral ha acabado con la llamada ultraactividad. Este término hace referencia a la prórroga indefinida de los convenios hasta que se firme uno nuevo. Por lo que a partir de ahora, si no se llega a un acuerdo, el convenio desaparece y los trabajadores quedan amparados por el de ámbito superior. Esto puede ser un convenio provincial, autonómico o estatal. Si no existe ninguno de ellos, será el Estatuto de los Trabajadores el que regule su actividad.

Los sindicatos y la patronal llegaron a un acuerdo en mayo para remediar la situación. En el pacto firmado, ambas partes aconsejan a sus negociadores que si las conversaciones se prolongaban más allá de este lunes y se estaba cerca de lograr un acuerdo, se mantengan vigentes los convenios. Por su parte, la ministra de Empleo, Fátima Báñez ha declarado que “sindicatos y patronal todavía tienen el día de hoy para pactar”. Los negociadores saben que en estas 24 horas no se van a resolver las negociaciones que llevan como mínimo un año en curso.

La gran pregunta ahora es qué sucederá a partir de hoy y qué consecuencias tendrá para los trabajadores.

Los sindicatos han indicado que el 8 de julio «no es el final. Según han explicado, en caso de que no haya prórroga, se estudiará caso por caso, porque algunos convenios colectivos sí que cuentan con cláusulas de prórroga.

Una vez descartados también estos conveni os, los sindicatos han avisado de que interpondrán demandas colectivas en todas empresas que dejen decaer los convenios. De momento, habrá que esperar para ver como avanzan las negociaciones entre trabajadores y empresarios. Si se logran acuerdos, se evitará la vía judicial. En caso contrario, será la justicia la que deba decidir en cada caso.

Ricardo Blanco