Hoy es el día de los enamorados. Unas están enamoradas de sus parejas o otras de la vida. Así que felicidades a todas.
Empezamos hablando con nuestro compañero Eugenio, que hoy se encuentra fuera de nuestros estudios presentando un libro, en el que ha realizado la portada.
Nos trae el personaje de Popeye y las vitaminas. Un químico alemán en los años 30 del siglo XX se equivocó y le dio 10 veces más de hierro a las espinacas.
Hoy en día tenemos muchos más alimentos que contengan hierro que las espinacas.
Fue creado por Elzie Crisler Segar1 y apareció por primera vez en la tira cómica Timble Theatre de King Features Syndicate, en la edición del The New York Evening Journal del 17 de enero de 1929.
Su nombre proviene del inglés «Pop-eye» /pɒpaɪ/ que literalmente significa ‘Ojo saltón’, pero que se refiere a su ojo dormido, término común en los marineros.
Popeye fue contratado originalmente por Castor y Ham para pilotar el barco que los ayudaría a cazar una gallina mágica. Semanas después, mientras viajaban de vuelta, Popeye recibe un disparo, pero la gallina le otorga fuerza sobrehumana como respuesta a sus cuidados. Aunque el personaje iba a tener un carácter temporal en la historia, su popularidad fue aumentando con el paso del tiempo y se transformó en el protagonista de la tira cómica. Además, Olivia dejó a Ham para convertirse en la nueva novia de Popeye.34
En 1933, Popeye recibió un bebé por correspondencia, al cual adoptó y bautizó Cocoliso (por la ausencia de cabello). Otros personajes regulares dentro de la tira cómica fueron Pilón, un vividor glotón y amante de las hamburguesas; George W. Geezil, un zapatero barbudo que no se llevaba bien con Pilón, y Eugene the Jeep, un animal amarillo traído de África. Además estaba la Bruja del mar (última bruja sobre la tierra) y Alice the Goon, su secuaz.
Teresa Galindo desde Murcia nos habla en la sección de seguridad laboral y de la vida de cómo sentarse bien.
El trabajo puede perjudicar seriamente la salud de tu espalda. Las más de ocho horas de media que pasamos al día en nuestras oficinas, casi siempre en la misma postura, ya sea de pie o sentados, puede tener efectos directos sobre esta parte del cuerpo. De hecho, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo calcula que entre un 60 y un 90% de la población sufrirá dolores lumbares o cervicales en algún momento de su vida por cuestiones laborales.
«No es que haya una causa traumatológica directa. Las molestias se generan por posturas repetitivas que acaban desencadenando en malas posturas, que además se prolongan durante mucho tiempo»
el trabajo se realiza de pie, la zona que más sufre es la lumbar y las extremidades inferiores; mientras que si el trabajo se realiza sentado, sufren principalmente las cervicales y las muñecas.
Sentarse de vez en cuando en el primer caso y sentarse correctamente en el segundo son las soluciones que tenemos en nuestra mano para hacer frente a estos males. Además de hacer pequeños descansados. «Cada hora u hora y media deberíamos levantarnos, andar, estirar los músculos y relajar la vista», continúa Santos. Pero eso sería un complemento: la clave para evitar dolores es sentarse correctamente.
– La silla no debe estar demasiado alta porque eso hace que perdamos la curvatura lumbar. Además, en una postura así, es más fácil que adoptemos una actitud pasiva, como señala en este vídeo el especialista Mikel Junquera Landeta.
– La silla debe estar lo más baja posible para que las rodillas estén bien alineadas con el eje horizontal. Junquera apunta que es necesario tener siempre la silla cerca de la mesa. Según éste, la espalda puede estar pegada al respaldo pero si se separa ligeramente se mantiene una postura activa que obliga a estar más derecho.
– «Los pies deben apoyarse en el suelo y, cuando sea posible, colocarlos sobre pequeñas plataformas inclinadas. De esta forma las rodillas estarán por encima de la pelvis y se consigue que la zona lumbar esté más levantada», asegura Santos. Con o sin reposapiés, hay una cosa básica: los pies nunca deben quedar colgando.
– Las 2/3 partes del muslo deben estar sobre el asiento, y eso se consigue pegándose lo más posible a la parte posterior de la banqueta. El espacio que se debe dejar entre el asiento y la parte posterior de la rodilla sirve para no comprimir la zona poplítea y evitar problemas circulatorios o nerviosos. «Si nos sentamos muy al borde de la silla, la musculatura lumbar se agota. Se encorva más la espalda y acabamos con dolor en la zona», asegura Santos.
– El respaldo debe estar recto (como la espalda) y llegar a la altura de los omóplatos, o más. «Con que llegue a la zona del omóplato es suficiente para asegurarse estar siempre derecho», añade este especialista. Las sillas con respaldo, tipo directivo, son todavía mejores.
– Prohibido cruzar las piernas. De hecho, las rodillas deberían mantenerse ligeramente separadas «porque eso invita a hacer una anteversión pélvica, pelvis hacia delante, y por tanto mantener la zona lumbar bien activa y bien posicionada», asegura Junquera Landeta. Cruzando las piernas se corta la circulación sanguínea y es frecuente que aparezca la sensación de hormigueo o adormecimiento. Esto también puede afectar al nervio ciático por lo que es fácil que se traduzca en dolor en la parte inferior de la pierna, de la rodilla para abajo o incluso en la zona lumbar.
– Las sillas son mejores con antebrazos, «así no se apoya la muñeca sobre la mesa y se evita hacer una presión excesiva sobre la misma. Esa presión suele traducirse en inflamación del nervio mediano o síndrome del túnel carpiano».
– La pantalla debe estar a unos 45-60 centímetros de distancia y la parte superior debe colocarse a la altura de los ojos. Si está más alta o baja se crea tensión en la zona cervicodorsal. En caso de usar portátil, es recomendable ponerlo en una posición más elevada y utilizar un teclado inalámbrico, como recomienda el Consejo de Fisioterapeutas de Madrid. También se puede utilizar una pantalla de refuerzo y colocar ésta a la altura de los ojos.
Conseguida la postura, Santos recomienda llevar a cabo otras prácticas. «Si hay que transcribir datos es bueno usar un atril de pantalla o una pinza. Un rato mirando hacia abajo está bien, pero toda la mañana con esa postura puede provocar problemas en el cuello», apunta. «Además, es un mal vicio sujetar el teléfono con el hombro porque suele provocar problemas cervicales».
Fuera del horario de oficina también se puede trabajar en una buena salud lumbar. Para ello recomienda salir del sedentarismo y realizar ejercicio físico dos o tres veces por semana. «Con andar media hora sería suficiente, pero eso no es ir de compras ni pararse en cada escaparate. Una buena musculatura en la zona lumbar y abdominal nos protege de sufrir problemas de espalda», insiste.
Todo ello sin olvidarse de los descansos cada hora y media y los estiramientos.
María Jesús enfermera del Hospital 12 de Octubre nos habla sobre los cuidados de las Ostomias.
Alrededor de un millar de niños viven en nuestro país conectados a una bolsa para recoger su orina o sus heces. Suponen un pequeño porcentaje de los 70.000 pacientes ostomizados que se calcula hay en España.
Existen numerosos tipos de ostomías. Las ileostomías, colostomías o urostomías son algunos tipos más frecuentes. Todos ellos son orificios en el abdomen del paciente que dan salida a un órgano (íleon, colon o uréteres). La orina o deposiciones se recogen en unas bolsas intercambiables que se encuentran adheridas a la piel. Por todo ello, la implantación de una ostomía puede ser una situación estresante para un paciente. El trabajo de los equipos de enfermería quirúrgica es fundamental para mantener informado al paciente. La transición desde el hospital al domicilio puede hacer que aparezcan dudas. Tanto sobre la higiene como otros temas… cambios de bolsa, productos, dieta, etc.
“Empoderar” a los padres
Aunque en la mayoría de las ocasiones estas ostomías en neonatos son reversibles (al cabo de unos meses o años recuperan el tránsito intestinal), también hay niños con ostomías permanentes. En la mayoría de los casos “los padres reaccionan con muchísima angustia en el primer momento”, cuenta María Jesús Guijarro, responsable de la consulta de ostomía Pediátrica del Hospital 12 de Octubre. “Lo primero que nos dicen es que no van a ser capaces de cuidar a su hijo”, asegura.
Cuidados de las ostomías
Higiene del estoma
1. En primer lugar, hay que dejar claro que un estoma no se cura, se limpia. La higiene se realiza con agua y jabón neutro, con una esponja suave.
2. La piel debe secarse suavemente, sin frotar.
3. Una vez esté limpia la zona y seca la piel periestomal, se puede proceder a colocar los nuevos colectores.
Tipos de bolsas más comunes
• De una pieza: todo el sistema se adhiere directamente a la piel.
• Dos piezas: hay un disco pegado a la piel y unas bolsas intercambiables.
Así mismo, las bolsas se distinguen en:
• Cerradas: para heces sólidas.
• Con un sistema de apertura: para heces líquidas.
• Bolsas con un grifo o tapón: para contener la orina de las urostomías.
Recambio del disco
El adhesivo, ya sea disco o bolsa colectora, debe estar recortado al diámetro exacto del estoma. Retirar la bolsa previa y limpiar según hemos indicado anteriormente. Cuando la piel esté bien seca, colocar el nuevo disco o bolsa. Debemos procurar que se adhiera bien y, si es necesario usando adhesivos para ostomías. Colocar la nueva bolsa vigilando que la ostomía está permeable.
En numerosas ocasiones, es necesaria una enfermera en el domicilio para ayudar en la educación y cuidados de las ostomías las primeras semanas tras el alta. Los consejos y la educación para la salud ayuda a superar estos momentos iniciales de estrés. Es importante incidir en la capacidad de estos pacientes de llevar una vida perfectamente normal. pudiendo viajar, practicar deporte o mantener una actividad sexual normal. Los pacientes pueden manejar su ostomía y cambiar sus colectores de forma independiente.
El Doctor Darío Fernández nos habla hoy de Adictos al sexo. También se conoce como hipersexualidad.
Si se padece la adicción al sexo se siente un impulso exacerbado de mantener relaciones sexuales de manera urgente. El problema se agrava cuando el placer disminuye, por lo que motiva a aumentar nuestras actividades sexuales. Asimismo, cada vez esto propende pensar y tener más fantasías acerca del sexo y de mantener relaciones íntimas. Se convierte en una obsesión que si no satisfacemos nos hace sentir un gran malestar.Es decir, si no realizamos el acto sexual lo más probable es que sintamos emociones negativas. Sentiremos miedo, soledad, tristeza y estrés por no manejar de manera adecuada la situación. Todos cuando mantenemos relaciones sexuales buscamos placer. Cuando hablamos de adicción al sexo puede que también busquemos liberarnos de estas emociones negativas. Por lo tanto, es probable que intentes controlar todos estos pensamientos y, cuando no lo consigas, te sientas culpable.
Quienes son adictos al sexo suelen mantenerlo oculto y disimularlo ante los demás. Es una de las dependencias menos conocidas.
Cuando tenemos hipersexualidad sufrimos varias consecuencias en todos los aspectos de nuestra vida.
Una de las consecuencias a la hora de satisfacer el deseo sexual puede que ser la masturbación constante. También es habitual la búsqueda de encuentros sexuales con gente desconocida o citas a ciegas. Además es posible acudir a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, llamar a líneas eróticas o buscar páginas por internet. Por ello, también pueden aparecer problemas económicos.
Teniendo en cuenta todo esto, pueden existir consecuencias negativas en la salud de nuestros genitales por la excesiva actividad sexual. Así como enfermedades de transmisión sexual y aparición de embarazos no deseados. En pacientes adictos al sexo no es de extrañar que se vea afectada la pareja y existan rupturas. Además también aparecen conflictos laborales y despidos, así como problemas sociales y familiares ante estas conductas promiscuas. Toda la vida de la personas giran en torno al sexo, por lo que descuidan la participación en el resto de actividades. Incluso en algunos casos hay problemas legales. Causando en general un gran sufrimiento en la persona.
Cuando se trata de adictos al sexo, esta problemática domina por completo los pensamientos, emociones y conductas. Sólo un tratamiento realizado por un experto puede ayudar a superar este gran sufrimiento.
¿Sientes un gran malestar en relación a tu vida sexual? El primer paso es sincero contigo mismo. Puedes contar con nuestro equipo de sexólogos siempre que lo necesites, estamos para ayudarte.