Según la Ley de Extranjería, el internamiento es una medida excepcional destinada exclusivamente a ejecutar la expulsión de las personas de origen extranjero. En los CIE encontramos un gran número de personas por el sólo hecho de haber cometido una infracción administrativa; son personas extranjeras con estancia irregular en España, ya que carecen de permiso de trabajo y residencia en el momento de su detención.

La estancia en los CIE es de máximo 60 días. Aproximadamente la mitad de las personas son expulsadas, el resto son puestos en libertad una vez agotado el plazo del internamiento, según el Informe 2012 sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros en España “Atrapados tras las rejas”, realizado por Pueblos Unidos.

Todo esto resalta que el objetivo principal del internamiento no se cumple y cuestiona la propia existencia de los CIE. Dentro de las expulsiones llamadas “cualificadas” por parte de la policía, que se asocian de modo directo con la delincuencia, hay un aspecto muy ambiguo por falta total de transparencia. Detrás de dichas “expulsiones cualificadas” encontramos un mayor porcentaje de devoluciones, es decir, se trata de personas recién llegadas a España, que no tienen antecedentes penales. De igual forma, muchas de las personas internadas en el CIE llevan mucho tiempo en España, tienen toda una vida construida aquí, con familia y hasta con hijos de nacionalidad española.

Según el mismo Informe 2012, aparte de que la “detención administrativa en los CIE es arbitraria” y se debería usar como el último recurso, sería imprescindible analizar caso por caso la situación concreta de cada persona detenida. Cuando se trata de restringir un derecho fundamental como es la libertad, es necesario tener en cuenta por parte de la policía factores como: las circunstancias individuales y familiares; la posibilidad real para hacer la expulsión forzosa; la situación jurídica en materia de extranjería (existencia de solicitud de regularización, existencia o recurso contra la orden de expulsión, procesos judiciales en trámite, etc.).

A parte de la aplicación irregular y arbitraria de las detenciones y expulsiones, existe otra realidad muy criticada, que se refiere a las condiciones de internamiento. Varios informes, durante los últimos años, realizados por organizaciones sociales como Pueblos Unidos, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), SOS Racismo o Ferrocarril Clandestino, destacan las denuncias y quejas con respeto al funcionamiento de estos centros, que en gran parte son peores que las cárceles mismas. Las denuncias se refieren a temas como:

- La criminalización de las personas migrantes
- Dificultades de comunicación con el exterior
- Escasa atención social y sanitaria
- Malos tratos físicos y psicológicos
- Falta de transparencia
- Precariedad de las instalaciones
- Restricciones dentro de las vistas

Los Centros de Internamiento para Extranjeros se podrían resumir en palabras como: ANGUSTIA, DESCONOCIMIENTO, TRAUMA, MIEDO, POBREZA, BARBARIDAD, URGENTE, DENUNCIAS, SIN VOZ, SIN DERECHO, VULNERABILIDAD, LÁGRIMAS…

La entrevista realizada a Mauricio Valiente, portavoz de inmigración del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida – Los Verdes en la Asamblea de Madrid, destaca la situación actual dentro del Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche, después de su última visita la semana pasada, el 10 de mayo 2013, la evolución del mismo comparándolo con sus anteriores visitas, el nuevo Reglamento propuesto por el actual Gobierno y su opinión sobre la propia existencia del CIE.

Alina Camelia Stroiu