El Doctor Pedro Mayoral Odontólogo especialista en el Sueño no s habla hoy sobre el tratamiento para reducir el ronquido y la Apnea del sueño.

El Síndrome de Apnea-hipopnea Obstructiva del Sueño (SAOS) se debe al bloqueo (total o parcial) del paso del aire, impidiendo la correcta respiración mientras dormimos, haciendo que los pulmones no reciban suficiente oxígeno, esto obliga al cerebro a producir microdespertares para que se reactive la respiración, rompiendo así la estructura del sueño, provocando durante el día: irritabilidad, síntomas de cansancio, dolor de cabeza entre otros y a su vez riesgos graves para la salud.

Es muy importante el diagnóstico multidisciplinar de todos los especialistas del sueño que están involucrados. Se hace una historia clínica de cada paciente, estudio radiográfico 2D o 3D para la evaluación por imagen de las vías aéreas, test de somnolencia diurna de Epworth, y estudio del sueño donde se registran los niveles de actividad del paciente durante el sueño teniendo en cuenta: el flujo respiratorio oro-nasal, la frecuencia e intensidad del ronquido, la actividad muscular respiratoria, la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno en la sangre. Siempre contamos con el diagnóstico del médico del sueño.

Dentro de las alternativas, si está indicado el tratamiento dental, (si no es su caso le orientaremos y redirigiremos al médico especialista adecuado) se hace el diseño adecuado y tipo de Dispositivo de Avance Mandibular-DAM (tras el estudio y según el fenotipo y necesidad de cada paciente, usamos diferentes aparatologías) de manera totalmente personalizada, con una mordida constructiva tomada a medida para cada paciente  donde la posición optima de su mandíbula es ajustada individualmente por un dentista con formación en medicina dental del sueño. El mecanismo de acción se basa en un adelantamiento controlado y confortable de la mandíbula, logrando un aumento del espacio y del tono muscular a nivel de la vía aérea.

 

El tratamiento será agradable para el paciente y el aparato así construido eficiente y cómodo de usar. De esta forma el dentista especializado consigue mejorar el paso de aire durante el sueño reduciendo el ronquido y los episodios de apnea. Cuando el dentista considere que está conseguido el objetivo, se remitirá al paciente a los controles con su médico. Recuerde que la apnea y el ronquido no sólo puede afectar seriamente su salud y calidad de vida, sino también su relación de pareja.

 

El ronquido, como la apnea del sueño, conlleva un riesgo para la salud de las personas que los padecen que no hay que ignorar. Estos riesgos pueden ser tanto para su salud física como su salud mental llegando al punto de afectar a las personas que le rodean.

 

Nuestra colaboradora Linda nos habla sobre la literatura erótica.

 

Los términos erotismo y sensualidad están muy relacionados, aunque no signifiquen lo mismo, debido a que tienen una gran conexión entre sí, pues ambos hacen referencia a buscar atraer e incitar a otras personas. El erotismo va más allá de la sensualidad, dado que comprende expresiones faciales complejas, acciones corporales y manifestaciones verbales. Lo que significa que abarca señales sonoras o visuales especializadas y simbolizadas por el lenguaje. El erotismo puede adoptar mayor o menor tendencia a la sexualidad, en función de la intimidad y de la intencionalidad con que se emplee.

El erotismo puede verse tanto en algo completamente sutil e inocente (una mirada profunda y sostenida en un momento inesperado, pasar al lado de la persona deseada y susurrarle algo bonito al oído, rozarla como “sin querer”), como en algo profundamente íntimo y sexual (ser sorprendido por la pareja al llegar a casa y encontrarla con un conjunto muy sensual, preparada para ofrecer una noche interminable).


Por consiguiente, es posible decir que el erotismo es más un comportamiento cultural que sexual. No es posible rebajar al erotismo todo lo relacionado con la sexualidad y con el acto sexual físico o, del mismo modo, descontextualizarlo de la fase de relación interpersonal en que se dé, sea esta social (fase del galanteoy formación de la pareja) o íntima (actividad precopulativa).1​ Además, es difícil precisar un rasgo que distinga claramente el adjetivo erótico de los que lo flanquean en una escala valorativa continua (de términos coloquiales o técnicos) que todo ser humano emplea cotidianamente y que comprendería, de menor a mayor carga polémica: traviesopicanteeróticoobscenosoezpornográfico

 

 

La ludopatía se entiende como un fenómeno que impide que una persona se pueda resistir a los impulsos a jugar.

No obstante, la catalogación de esta alteración como enfermedad psicológica ha creado algo de controversia a lo largo de los últimos años.

Primeramente, se clasificó la ludopatía como un trastorno del control de impulsos en el cual, la persona que lo padece no posee recursos suficientes como para resistirse a sus impulsos de jugar.

No obstante, posteriormente, un gran número de investigaciones reformularon las bases de esta enfermedad mental, y se concluyó que la ludopatía constituye un trastorno adictivo.

Así pues, la ludopatía no se caracteriza por una simple incapacidad de controlar los impulsos a jugar, sino que la persona que padece este trastorno psicológico desarrolla una adicción al juego.

De este modo, la ludopatía se asemeja en múltiples aspectos a las adicciones químicas o drogadicciones.

Mientras un drogadicto busca y desea en todo momento el consumo de una sustancia para su bienestar y gratificación, un ludópata hace lo propio con el juego.

Por lo tanto, la ludopatía acaba constituyendo una adicción conductual, en la que la persona necesita jugar de forma reiterativa para cubrir las exigencias de gratificación de su cerebro.

Cuando un ludópata se priva de su deseo más preciado, es decir, del juego, puede experimentar sensaciones parecidas a las que padece un drogadicto cuando no puede consumir.

Con esta más que breve revisión sobre este trastorno mental, vemos claramente que la persona que padece ludopatía se encuentra enganchada al juego, por lo que superar esta adicción siempre va a ser una tarea muy complicada.

 

A continuación comentaremos 10 consejos que pueden resultar muy útiles para ayudar a un ludópata a superar su adicción al juego.

  1. Comprende su problema

El primer paso que debemos realizar si queremos ayudar a un ludópata a revertir su situación es entender bien en qué consiste una ludopatía.

Como hemos comentado anteriormente, la ludopatía constituye una adicción, una adicción conductual, pero que al fin y al cabo pocas diferencias presenta respecto a una adicción a sustancias.

De este modo, debemos entender que un ludópata se encuentra enganchado al juego del mismo modo que un cocainómano lo está a la cocaína.

La comprensión de su problema es un elemento clave ya que a las personas que no somos adictos a ninguna sustancia o conducta nos puede costar mucho entender como alguien puede engancharse tanto a algo.

Sin embargo, poco podremos ayudar a un ludópata si no somos capaces de entender qué le está pasando y qué papel tiene el juego en su cabeza.

Nos puede parecer muy reprochable que una persona se convierta adicta al juego o alguna sustancia, creando problemáticas tanto a sí mismo como a los que le rodean.

No obstante, si nos dejamos llevar por posibles reproches o recriminaciones hacia la persona que padece ludopatía, nos será muy complicado poder ayudarle.

Así pues, es importante que nos centremos en el presente, en la situación que le está tocando vivir y en las dificultades que puede presentar respecto al juego.

  1. Pregunta sin juzgar

Hasta ahora sabemos que la ludopatía es una adicción en la que la persona se ve obligada a jugar para responder a sus exigencias psicológicas.

Sin embargo, no todos los ludópatas presentan su adicción de una forma idéntica, por lo que deberemos indagar cómo vive la ludopatía la persona a la que queremos ayudar.

Así mismo, debemos saber qué pensamientos tiene el ludópata sobre su adicción.

¿identifica el juego como patológico? ¿se considera adicto al juego? ¿Es consciente de los problemas que le origina? ¿Quiere cambiar su situación personal? ¿Le gustaría dejar de jugar y vivir una vida más organizada?

Todos estos aspectos debemos identificarlos antes de empezar a ayudarle, ya que dependiendo de su situación personal será necesario hacer unas cosas u otras.

Será muy diferente si queremos ayudar a un ludópata que identifica su relación con el juego como una adicción y que está convencido de que quiere superarlo, que si queremos ayudar a un ludópata que ni siquiera reconoce tener un problema con el juego.

Para hacerlo, es importante realizar preguntas como las que hemos formulado anteriormente sin realizar ningún juicio de valor previamente.

Es mejor que la persona responda según sus propios pensamientos que en base a lo que le dices tú.

Por ejemplo, si un ludópata niega tener un problema con el juego, de nada servirá que tú le digas que sí y que tiene que dejar de jugar, ya que él seguirá analizando su relación con el juego en base a sus pensamientos previos.

Por mucho que se insista, ningún ludópata dejará de jugar si no quiere hacerlo, del mismo modo que ningún drogadicto dejará de consumir si no se lo propone.

  1. Relaciona el juego con problemas

Si del apartado anterior extraemos que la persona que padece ludopatía no identifica el juego como un problema, deberemos hacérselo ver de una forma habilidosa.

Como hemos dicho antes, si un ludópata no es consciente se padecer una adicción al juego, de nada servirá que se lo digamos nosotros.

De este modo, existen técnicas más eficaces que repetir constantemente a un ludópata que tiene problemas con el juego y que tiene que dejar de hacerlo.

Una de ellas es relacionar el juego que lleva a cabo día a día con posibles problemas que le puede haber ocasionado.

Un ludópata puede negar hasta la extenuación su adicción con el fin de poder seguir jugando sin tener remordimientos de conciencia, pero le costará más evitar la concienciación sobre los problemas que le origina el propio juego.

Esta tarea puede resultar relativamente sencilla ya que el juego patológico suele originar un gran número de problemáticas.

Derroches de dinero, problemas económicos, conflictos de pareja, problemáticas familiares, decremento de amistades, problemas con el sueño, consumo de alcohol, conflictos laborales, disminución de su desempeño, pérdida de salud…

Estos son sólo algunos ejemplos de los problemas que muy probablemente haya ocasionado el juego en un ludópata.

Comentarle estas problemáticas que ha ido padeciendo y relacionarlas con las horas que ha destinado al juego es el método más eficaz para que el ludópata vaya cogiendo conciencia de que su relación con el juego le puede estar perjudicando.

  1. Infórmale sobre el juego patológico

Una vez el ludópata sea capaz de relacionar su relación con el juego con las problemáticas que se le han ido presentando, se le puede empezar a informar sobre la ludopatía.

En este momento, el ludópata estará empezando a analizar su relación con el juego, por lo que probablemente no esté tan cerrado a la información que le puedas proporcionar sobre su situación.

No obstante, se debe proporcionar la información con cierta cautela, sin caer en determinismos o catalogaciones.

Del mismo modo que comentábamos en el inicio, de nada sirva que le digas tú a un ludópata que padece ludopatía, ya que debe ser él mismo quien lo descubra para que sea consciente de ello y pueda empezar a realizar acciones para cambiar.

Así pues, conviene explicar qué es la ludopatía y qué relación existe entre juego patológico y adicción, de tal modo que el mismo pueda sentirse identificado y empezar a tomar conciencia de que quizá él está padeciendo esta alteración psicológica.

  1. Cambia el foco de atención

A pesar de que un ludópata puede ser consciente de que tiene un problema con el juego, su propia adicción puede llevarle a negarlo y interpretar sus problemas de una forma distinta.

De este modo, puede ser consciente de sus problemas y de su complicada relación con el juego, pero no otorgarle a este último la plena responsabilidad sobre sus dificultades.

“Sí, gasto bastante dinero con el juego per el otro día gané 300 euros, por lo que mis problemas económicos no los causa sólo el juego”.

“Sí, cuando vuelvo tarde a casa después de haber estado jugando discuto con mi mujer, pero siempre ha sido así, tiene un carácter muy fuerte y siempre me recrimina cualquier cosa”.

Estas dos frases pueden ser racionalizaciones que haga un ludópata sobre su situación.

Como vemos, en ambas hay una mínima aceptación de que su relación con el juego puede originarle problemas, pero en ninguna se identifica un clara adicción al juego.

Ante estas situaciones, lo que podemos hacer es cambiar el foco de atención, en el que el objetivo no sea abandonar el juego en sí mismo.

Si plantemos objetivos que sean relevantes para el ludópata, será más sencillo que aumente su motivación que si el objetivo en sí consiste en simplemente abandonar la conducta que más le gusta realizar.

De este modo, se le puede plantear, “hasta ahora has intentado mejorar tu economía mientras gastabas dinero con el juego y no ha dado resultado, vamos a cambiar la estrategia dejando de jugar a ver si así tenemos mejores resultados”.

Utilizarla resolución de problemas importantes para el ludópata como incentivo para dejar de jugar puede resultar una estratégica eficaz para que se convenza a sí mismo de superar su adicción.

  1. Proporciónale alternativas

Cuando el ludópata está convencido de que quiere dejar de jugar para mejorar varios aspectos de su vida, es importante proporcionarle alternativas.

Las personas que son adictas al juego suelen invertir muchas horas a jugar, por lo que si quiere dejar de hacerlo deberá encontrar otras actividades con las que ocupar ese tiempo.

Buscar actividades que sean incompatibles con el juego como hacer ejercicio, leer, quedar con amigos o ir a pasear suelen ser muy adecuadas para que el ludópata consiga evitar el juego en las horas que solía jugar.

  1. Motívale para el cambio

Es muy importante motivar al ludópata para que consiga dejar de jugar.

Como hemos dicho, superar una adicción es una tarea muy complicada y la base del éxito se basa en la motivación para conseguir los objetivos.

De este modo, recordar las cosas que está ganando al dejar de lado el juego, la mejoría en su calidad de vida y todos los beneficios que supone superar una adicción será gasolina pura para que el ludópata pueda seguir resistiéndose al juego.

Así mismo, será importante remarcar todos sus logros por pequeños que sean, darles valor e incentivarlo a que siga esforzándose para superar su adicción.

  1. Ayúdale a evitar situaciones peligrosas

Aunque una persona esté muy convencida y motivada para dejar el juego, puede haber ciertas situaciones en las que se le haga extremadamente complicado evitar el juego.

Estar cerca de lugares con maquinas tragaperras, bingos, casinos o momentos en los que pueda consumir alcohol constituirán situaciones peligrosas que pueden incitar una recaída.

De este modo, puedes ayudarle a hacer una lista de “situaciones peligrosas” y confeccionar una agenda que permita evitarlas por completo.

  1. Incítale a realizar actividades recreativas saludables

La ludopatía suele estar ligada a un estilo de vida poco saludable, consumo de alcohol, pocas horas para el cuidado y vida desorganizada.

Así pues, si el ludópata consigue iniciar un estilo de vida con actividades saludables como hacer ejercicio, cuidar su imagen o practicar algún deporte, el juego lo tendrá más complicado para acceder a su día a día.

Así mismo, promover un vida organizada, con horarios bien establecidos, buen descanso por la noche, buen ambiente familiar y alimentación saludable, son otros aspectos importantes para evitar recaídas.

  1. Bríndale apoyo

Finalmente, es importante que durante el proceso de cambio puedas brindarle el apoyo que necesite.

Superar una adicción es una tarea complicada por lo que muy probablemente, el ludópata viva momentos de estrés y angustia en el que necesite alguien que en el que apoyarse.

Bríndale tu ayuda, no seas excesivamente duro, intenta empatizar con su sufrimiento y extiéndele la mano para ayudarle a caminar hacia el cambio.

 

Nuestro ilustrador Eugenio nos trae la Lotería y su arte en miniatura.

 

La lotería en España llegó de la mano de Carlos III, que la importó de una tradición de Nápoles y era igual que la ahora llamada Lotería Primitiva. El primer sorteo se llevó a cabo el 10 de diciembre de 1763.

La lotería moderna, tal cual la conocemos, nació en Cádiz en 1811, por iniciativa de Ciriaco González Carvajal, para aportar fondos a la Hacienda Pública que se quedó resentida por la Guerra de la Independencia. La Real Lotería Nacional de España fue creada por instrucción de 25 de noviembre de 1811. Concebida como «un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes», el primer sorteo tiene lugar en Cádiz el 4 de marzode 1812. Circunscrita al principio a Cádiz y San Fernando, salta después a Ceuta y a toda Andalucía, conforme avanzaba la retirada de los ejércitos napoleónicos. El 28 de febrero de 1814 se celebra el primer sorteo en Madrid, desde entonces sede de la Lotería Nacional de billetes.

Con la vuelta al poder de Fernando VII, se impone que se llame «Lotería Moderna» hasta que durante el Trienio Constitucional, se vuelve a «Lotería Nacional», pasando otra vez a «Moderna» a la vuelta del absolutismo hasta que después de la muerte de Fernando VII ya pasa definitivamente a denominarse «Nacional», incluso en el período de la Guerra Civil donde cada bando tenía su propia «Lotería Nacional».