En el programa de hoy:

Derechos y Deberes en el accidente de tráfico.

Salud y Buen Tiempo.

Ludopatías.

Diarreas asociadas a la toma de antibióticos.

 

Mercedes empieza hablándonos de Tráfico.

Un accidente de tráfico es una situación atípica para la que habitualmente no estamos preparados, ni desde el punto de vista psicológico o emocional, ni en lo referente a aspectos más prácticos que se refieren a nuestros derechos y obligaciones.

A continuación te contamos todo lo que debes saber en caso de sufrir un accidente.

  1. El paciente decide en qué centro sanitario recibir atención médica.

Este es el primer derecho y habitualmente el más ignorado. Normalmente la urgencia hace que los equipos de emergencia trasladen directamente a las víctimas a los centros hospitalarios públicos más cercanos .Debemos tener en cuenta que las víctimas de accidente de tráfico tienen derecho a acudir a centros sanitarios públicos o privados siempre que estén dentro de convenio. Aunque la mayoría de las grandes clínicas de las ciudades están dentro de dicho convenio, en la web de Hospitales Tráfico es posible consultar y localizar el hospital que mejor se adapte a nuestras necesidades.

  1. El accidentado de tráfico debe acudir a un servicio de urgencias.

Tanto si se observan grandes daños como si creemos haber salido ilesos del accidente, debemos acudir a un centro sanitario donde nos realicen un chequeo. Existen lesiones que tardan horas o incluso días en manifestarse, (es lo que suele ocurrir con el latigazo cervical o con lesiones internas). Si tardamos en comunicar nuestras lesiones es posible que el seguro se niegue a cubrir los daños sufridos puesto que dichas lesiones pueden deberse a otros motivos no relacionados con el accidente.

  1. La víctima de accidente de tráfico debe identificar su situación.

El paciente que acude al hospital a causa de un accidente de tráfico debe, en primer lugar, identificarse como lo haría cualquier otro paciente. Después es importante que informe en administración que acude en calidad de víctima de accidente de tráfico, solo así el hospital podrá determinar quién cubre su asistencia y hacer las reclamaciones pertinentes a la compañía aseguradora.

  1. Tiene derecho a la asistencia médica de su patología.

Las víctimas de accidente de tráfico tienen derecho a recibir atención médica especializada en aquellas dolencias que hayan podido surgir a consecuencia del accidente. Aunque los accidentes suelen ocasionar secuelas psicológicas es importante tener en cuenta que este tipo de asistencia no está recogida dentro del convenio para víctimas de accidente de tráfico.

  1. Personas sobre las que aplica la cobertura

El convenio cubre a toda víctima de accidente de tráfico excepto a los conductores de vehículos y motos que hayan sufrido un accidente sin contrario (los pasajeros de dichos vehículos sí estarían cubiertos, independientemente de que no haya contrario).

  1. Documentación que se debe facilitar al seguro

El paciente debe facilitar sus datos y los que tenga del contrario (matrícula, compañía, etc…).

Al margen de estos, los derechos y obligaciones del accidentado de tráfico, una vez acude al hospital, serán los de cualquier otro paciente durante todo el proceso de tratamiento y rehabilitación.

Si has sufrido un accidente de tráfico con lesiones, en Hospitales Tráfico te ayudamos a encontrar el mejor centro gratuito para tu recuperación. Trabajamos con todas las aseguradoras para que tengas el mejor tratamiento y que no tengas que sufrir listas de espera, los hospitales que podrás encontrar en nuestra web cuentan con grandes profesionales especializados en accidentes de tráfico y no te supondrán ningún coste. Cuéntanos tu caso y te asesoramos gratis y sin compromiso para que tengas la mejor recuperación.

No te pierdas el audio donde te hablamos de cada situación y de algunas otras.

 

Iván Carabaño Aguado es médico adjunto del servicio de Pediatría del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid).

No cabe duda de que en los últimos días lo has escuchado en más de una ocasión. El argumento perfecto para dar explicación a tus repentinos dolores de cabeza; a cualquier tipo de molestia ósea o muscular; la razón por la que de pronto estornudas o te sientes apático; y, por qué no, el motivo de que tengas un sueño atroz cada mañana.

Hay quienes incluso bromean con el tema y culpan al cambio de estación de sus desajustes económicos o de las roturas en sus pantalones. Pero, ¿realmente influyen las alteraciones climatológicas en nuestra salud y comportamiento? ¿Es el tiempo el que está ‘muy loco’ o somos nosotros? La ciencia responde, y quizás ahora te resulte más interesante prestar atención al parte meteorológico antes de salir de casa.

Un fanático del frío que desconoce los efectos que tiene en su salud… (iStock)

Para bien o para mal, siempre afecta al sueño

Si eres de los que sin explicación aparente se siente aletargado, luce unas ojeras insólitas y se va durmiendo por las esquinas, aquí la tienes: el invierno acabó. Según los expertos, las bajas temperaturas pueden ayudarnos a dormir mejor y disfrutar de sueños más agradables.

 

Mientras que en verano no dejas de sudar y te sofocas con cada vuelta que das en el colchón, en invierno la habitación suele estar en la temperatura ideal para dormir: entre 15 y 20 grados centígrados. De esta manera, nuestro cuerpo se enfría lo suficiente como para que el cerebro pueda descansar adecuadamente y nos despertemos llenos de energía. Eso sí, nada de tormentas. Tal y como explica la investigadora Natalie Dautovich en ‘The Huffington Post’, los climas húmedos y con lluvias alteran la calidad del sueño como consecuencia de las perturbaciones de ruido e iluminación.

 

Depresiones estacionales

 

Quizás lo hayas escuchado alguna vez pero no le prestaste importancia: en los países con climas extremos los porcentajes de personas con problemas psicológicos, depresiones y traumas mentales son mayores. Incluso la tendencia al suicidio aumenta en lugares como Finlandia, donde apenas ven la luz del sol durante seis meses al año. Ejemplo parecido aunque algo más lejano es el de estados como Florida u Oklahoma. En ellos los ciudadanos viven expuestos a fenómenos meteorológicos intensos como huracanes o tornados, y los expertos llevan tiempo advirtiendo que las secuelas de estos eventos atmosféricos puede tener un impacto psicológico duradero.

 

Los climas húmedos y con lluvias alteran la calidad del sueño como consecuencia de las perturbaciones de ruido e iluminación

 

No hace falta cambiarnos de país, ni tan siquiera de ciudad, para que las alteraciones meteorológicas nos trastornen la cabeza. Según un informe elaborado por la National Wildlife Federation el cambio climático causará problemas de salud mental directos en la población mundial, vivan donde vivan. Los investigadores alertaron que aproximadamente 200 millones de personas pueden estar expuestas a un aumento de problemas psicológicos como ansiedad o abuso de sustancias químicas debido a las alteraciones del clima.

 

Alergia primaveral: ¿lluvia sí o no?

 

La lluvia, definitivamente, es la responsable de que tu alergia se convierta en un sin vivir. Los molestos síntomas de la alergia estacional aumentan en los climas húmedos en los que hay tormentas regularmente ya que éstas hacen que las partículas del polen y los alérgenos explosionen por el ambiente. Ojo, que algo de lluvia es de agradecer. Si no llueve absolutamente nada tampoco estamos a salvo porque los culpables de tu alergia se acumulan y en cuanto sople algo de viento, en medio del calor primaveral, invadirán la ciudad.

 

Inesperados brotes de felicidad

 

Ni aun siendo de esas personas que en cuanto sienten algo de calor huyen a refugiarse, puedes negar que cuando el cielo está despejado te sientes mejor. Los días de sol están vinculados con una mejoría del estado de ánimo. La exposición a rayos solares aumenta los niveles de endorfinas –unas de las principales hormonas de la felicidad– y se regulan los niveles de vitamina D en nuestro cuerpo, elemento que, según demostró un reciente estudio elaborado por un equipo médico de la Universidad Queen Margaret de Edimburgo, es fundamental para acabar con esa sensación de cansancio permanente.

 

Aproximadamente 200 millones de personas pueden estar expuestas a un aumento de problemas psicológicos debido a las alteraciones del clima

 

No sólo eso. Aunque la comunidad científica insiste en que la exposición al sol sea siempre moderada y tomando las precauciones necesarias, cada vez hay más evidencias que ayudan a relacionar el buen tiempo con la felicidad. Otra investigación llevada a cabo en la Universidad de Michigan encontró que las personas que pasan al menos media hora al aire libre en climas agradables muestran estados de ánimo más felices que quienes se ocultan en las sombras.

 

Bajo el sol abrasador

Claro que tampoco podemos abusar del sol. En nuestro país estamos acostumbrados a las olas de calor veraniegas que azotan especialmente las zonas del sur de la península alcanzando niveles naranjas e incluso rojos en los peores momentos. Como bien sabemos y nos informan cada año, el calor intenso puede traducirse en desagradables riesgos para la salud como deshidrataciones, golpes de calor e incluso, en situaciones extremas, daños cerebrales. El verano influye en nuestro comportamiento, y no solo porque sudemos por cada poro de nuestra piel, puede tener consecuencias a nivel mental serias.

Te asas vivo, pero es mejor que te dé un poquito el sol. (Corbis)

La primavera, la sangre altera

 

Una vez más el refranero no enlaza las palabras sin ton ni son. Claro que en este caso no podría relacionarse, como hacen muchas personas, con que nos suba el ánimo y nos ponga frenético. Al contrario. Por lo general, en primavera y verano nos baja la presión arterial.

Ese cansancio que incluso te hace sentir mareos se debe a que nos baja la tensión y, según demostró un estudio, es por la influencia de la presión atmosférica: “Esto se debe a que las altas temperaturas hacen que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que podría conducir a una bajada de la presión arterial”, explicaban los investigadores.

 

Afecta a tu creatividad

 

El concepto lluvia de ideas debería renovarse. La realidad es que nuestra capacidad inventiva mejora cuando hace calor. Tal y como explicó otra investigación realizada en la Universidad de Michigan, estar al aire libre en un día agradable de primavera podría estar relacionado con una mejora del pensamiento creativo.

 

En verano no estamos a salvo: cerca del 20% del total de resfriados que padecemos al año derivan del uso inadecuado del aire acondicionado

 

“Estar al aire libre a una temperatura media nos ayuda a restablecer nuestra forma de pensar”, asegura Matthew Keller, autor principal de la investigación, quien explica que hay dos variables importantes que influyen en nuestra capacidad creativa: la cantidad de tiempo que pasamos en el exterior y la estación en la que nos encontramos. “Si pones a prueba tu mente saliendo en invierno o en primavera y pasas bastante tiempo al aire libre, notarás que hay un cambio notable en la cantidad de ideas nuevas que brotan en tu mente”.

 

Resfriados, ¿solo en invierno?

 

Aunque la mayor parte de las gripes y catarros se dan en los meses de más frío –como consecuencia, entre otros factores, de que nuestro sistema inmunológico está de capa caída y pasamos más horas en lugares cerrados por lo que la exposición a gérmenes, virus y bacterias es permanente–, no te olvides de que en verano aumenta el uso de una extendida herramienta culpable de cerca del 20% del total de resfriados que padecemos al año: el aire acondicionado. No se trata únicamente de la temperatura, sino también de la calidad del aire que genera. Cuando éste circula menos, el ambiente de las estancias puede secarse y causar problemas en las mucosas de la nariz y las vías aéreas, lo que deriva en infecciones de garganta, irritación en los ojos, dermatitis, dolores de cabeza o, en casos más severos, neumonías.

 

 

Hablamos de la Ludopatía empezando por dos experiencias de Japón

Manga (漫画 o まんが?) es la palabra japonesa para designar las historietas en general. Fuera de Japón se utiliza tanto para referirse a las historietas de origen japonés como al estilo de dibujo utilizado en estas.

El manga japonés constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a nivel mundial, junto con la estadounidense y la franco-belga. Abarca una extensa variedad de géneros y llega a públicos diversos. Es una parte muy importante del mercado editorial de Japón y motiva múltiples adaptaciones a distintos formatos: series de animación, conocidas como anime, o de imagen real, películasvideojuegos y novelas. Cada semana o mes se editan nuevas revistas con entregas de cada serie, al más puro estilo del folletín, protagonizadas por héroes cuyas aventuras en algunos casos seducen a los lectores durante años.1​ Desde los años ochenta han ido conquistando también los mercados occidentales.2

Un 3,6 % de los japoneses adultos son ludópatas

En Japón se da un tipo local de juegos de azar denominado pachinko o pachislo (una palabra compuesta que proviene de pachinko y slot machine, “tragaperras” en inglés): espacios existentes por todo el país para que los clientes se diviertan de forma casual con las máquinas de juego. Además, se celebran por todo el territorio carreras de caballos, de botes, de bicicletas y de motocicletas sancionadas por el Estado, para las cuales se pueden adquirir incluso fuera del lugar boletos de apuesta. Hoy día, con el auge de las apuestas por Internet, es posible acceder a los juegos de azar con nuestro smartphone desde cualquier parte, a cualquier hora.

La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional. Aunque en anteriores ediciones del manual diagnóstico DSM había sido clasificado como un trastorno del control de los impulsos, ha sido conceptualizado y tratado como una adicción sin sustancia, hasta que en el DSM-V ha sido incluido finalmente dentro de la categoría de «Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos».

El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos, que también incluyen la cleptomaníapiromanía y tricotilomanía, en los que estaría implicada la impulsividad, pero no presenta comorbilidad con dichos trastornos. Si bien el sistema DSM (III, III-R y IV1) y la CIE-10 incluye este trastorno entre las alteraciones debidas a un bajo control de los impulsos, lo cierto es que los criterios diagnósticos operativos DSM tienen exactamente el mismo diseño que el de las adicciones a sustancias, lo que muestra la concepción subyacente para la enfermedad en ese sistema: se trata de un problema adictivo «sin sustancia» incluido en un apartado diferente al suyo.

La ludopatía se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. Puede afectar en la vida diaria de la persona que se ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, el sexo o incluso la alimentación pasa a ser algo totalmente secundario. Por todo ello, no se debe de confundir la ludopatía con un vicio, ya que en estos casos nos encontramos ante una grave enfermedad crónica, una adicción.

 

QUÉ ES LA DIARREA POR ANTIBIÓTICOS?

La diarrea se define como una disminución de la consistencia de las heces, que suele acompañarse de un aumento en el número de deposiciones. Es un trastorno muy frecuente que puede ser producido por numerosas causas, entre las cuales se encuentra el uso de antibióticos. Se admite que entre un 5 y un 20% de los pacientes tienen un cuadro diarreico después de haberlos tomado. Los antibióticos pueden dar lugar a una diarrea por dos mecanismos: el primero es su propio efecto tóxico directo en el intestino, y el segundo, una alteración de la flora intestinal, reduciéndose ciertas poblaciones de bacterias intestinales con funciones particulares sobre el metabolismo de los azúcares o permitiendo que puedan multiplicarse bacterias resistentes que producen la diarrea (como el Clostridium difficile).

 

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?

La mayoría de las veces no se identifica la causa, y muchos casos se atribuyen entonces a efecto directo del antibiótico. Un ejemplo típico es la diarrea por amoxicilina-clavulánico.

De entre las diarreas que aparecen porque alguna bacteria dañina se ve facilitada, predominan las causadas por Clostridium difficile, que genera dos tipos de toxina (A y B) que pueden dañar al intestino grueso. En algunos estudios, se ha comprobado que hay otros gérmenes, como Staphylococcus aureus y Salmonella que también pueden dañar el intestino en estas circunstancias. Entre los antibióticos que causan con mayor frecuencia la selección de estas bacterias están la clindamicina, la ampicilina, la amoxicilina y las cefalosporinas (independientemente de que se administren por vía oral o intravenosa). Menos frecuentemente se atribuye a otras penicilinas, quinolonas, eritromicina, trimetoprim-sulfametoxazol, cloranfenicol y tetraciclinas.

La aparición de las diarreas tras la toma de estos fármacos es más frecuente en pacientes de edad avanzada, malnutridos, con otras enfermedades asociadas u operaciones abdominales recientes, e ingresados en instituciones (hospitales, centros geriátricos, residencias, etc.).

 

¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE LA DIARREA POR ANTIBIÓTICOS?

 

Los pacientes presentan un aumento del número de las deposiciones, que suelen ser líquidas, abundantes, numerosas y en casos graves, con sangre. Se acompañan a veces de mal estado general, dolor abdominal y fiebre. En los casos más leves, que son mayoría, la diarrea desaparece sin más. En los más graves puede dar lugar a deshidratación, disminución de la tensión arterial, perforación del intestino o muy raramente megacolon tóxico (dilatación masiva del intestino grueso con fallo del organismo por diseminación de la infección, que obliga a una intervención quirúrgica).

Los síntomas pueden aparecer cuando el paciente está tomando los antibióticos, pero en la mayor parte de los casos se manifiestan entre 1 y 10 días después de la suspensión del tratamiento. En algunos casos extremos, la diarrea puede aparecer hasta 45-60 días después de terminar de tomar el fármaco. Una sola dosis es a veces suficiente.

 

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA DIARREA POR ANTIBIÓTICOS?

Como es lógico, la sospecha diagnóstica se establece por los síntomas y por el antecedente de toma de antibióticos. Si se hace una colonoscopia (en casos graves), se observa una imagen característica en el recto-sigma, que es el depósito de una sustancia blanco-amarillenta en pequeños acúmulos adheridos a la superficie de la mucosa y denominados pseudomembranas. Esta colitis, llamada pseudomembranosa, constituye del 10 al 20% de los casos de diarrea por antibióticos. Casi todos estos casos los causa la infección por Clostridium difficile, cuyo diagnóstico se confirma al detectar la toxina en las heces del paciente.

 

¿CÓMO SE TRATA LA DIARREA POR ANTIBIÓTICOS?

Si un paciente comienza a tener diarrea leve mientras toma antibióticos, debe continuarse el tratamiento, siempre consultando con el médico. Si la diarrea es grave (sangre en las heces, deshidratación, dolor abdominal, afectación del estado general) o si empeora, el tratamiento debe interrumpirse o cambiarse por otro diferente. En la mayoría de los casos basta con la suspensión del antibiótico y la rehidratación oral para que desaparezcan los síntomas. Como en otras diarreas infecciosas, si el caso es grave no deben administrarse antidiarreicos.

En el caso de que se demuestre la presencia de la toxina de Clostridium difficile en las heces, debe iniciarse tratamiento con metronidazol vía oral. En algunos casos, la bacteria es resistente a esto, y debe utilizarse la vancomicina por vía oral (por vía intravenosa no es eficaz). En el 20% de los casos, la infección se repite y es necesario el tratamiento prolongado con los antibióticos que ya hemos nombrado. En algunas personas pueden ser útiles los probióticos por vía oral (lactobacilos, sacaromicetos, etc.). en rarísimas ocasiones, la colitis pseudomembranosa requiere tratamiento quirúrgico.

¿CÓMO SE EVITA LA DIARREA POR ANTIBIÓTICOS?

Para todos los casos, lo más importante es tomar siempre los antibióticos bajo la dirección de un médico, y evitar la automedicación. Los casos leves, que no hacen interrumpir el tratamiento antibiótico, se tratarán con ingesta abundante de líquidos dulces y salados. Se ha comprobado que la toma de agentes probióticos reduce la incidencia de diarrea por antibióticos.

Los casos más graves, producidos por C. difficile, pueden producir brotes epidémicos en instituciones cerradas, como los hospitales. Ciertas medidas pueden reducir su aparición y el contagio entre pacientes. La más eficaz para evitarlos es lavarse las manos tras tocar a cada paciente y el uso apropiado de guantes. Debe emplearse un jabón o detergente normal, no son válidas las lociones de alcohol para lavado de manos en seco. La segunda medida que se debe llevar a cabo es usar correctamente los antibióticos, y controlar esto. En caso de que se detecte un caso intrahospitalario hay que aislar al paciente para evitar la propagación.