Somos navegantes del tiempo. Viajeros que sueñan con el futuro al que se dirigen mientras hacen historia, mientras escriben la historia de sus propias vidas.
Unas lo hacen en páginas de papel, sobre un andamio, en las mentes de niñas y niños, quizá de sus hijos, en los abrazos que dan a su gente, en los pasos cotidianos que ponen en marcha su mundo. Otras lo hacen ante un micrófono que va cambiando de forma y aspecto, pero que se va llenando de recuerdos, que despierta conciencias, que abre puertas y ventanas, que acompaña, que mece…
Pocos son conscientes de que son los protagonistas de ese viaje, que han venido a esta vida que es una máquina del tiempo, a dejar huellas que el viento no sabe borrar. Somos navegantes del tiempo haciendo realidad lo que creíamos que solo sucedía en la ficción. Viajeros que solo cuando miramos atrás, 25 años atrás, podemos sentir el vértigo de la travesía, el eco de los pasos, los surcos de la vida que hemos escrito. Y al mirar atrás uno siente el abrazo de los que nos acompañaron, de los que nos acompañan, de los que nos miran desde su propia nave. Al mirar atrás uno se estremece al mirar su historia en los ojos de su gente, al ver que el viaje en el tiempo sigue su curso y que lo hacemos juntas y juntos.
#ElAbrazodelOso no solo 25 años, cumplen muchos sueños. Sueños que tienen la voz y el rostro de decenas de amigas y amigos que construyeron la máquina del tiempo que lleva por nombre El Abrazo del Oso. Con ellas y con ellos celebran este viaje, y junto a ellas y ellos, con vosotras y con vosotros, siguen con ilusión esta singladura que nos lleva al futuro y que han hecho posible que El Abrazo del Oso cumpla 25 años. ¡Pásate por esta fiesta de cumpleaños tan especial!