En otoño se caen las hojas de los árboles, pero también el pelo en las personas.
En cada caso se da a una edad, pero entre los hombres empieza a partir de los veinticinco años y en las mujeres a partir de la menopausia.
El cabello crece un centímetro al mes. Tenemos unos cien mil de media. Se caen entre cincuenta y cien al día, pero se renuevan en tres fases a lo largo del año.
Los nervios y el estrés son causa de pérdida de cabello. También encontramos una causa en los genes, se suele heredar. Algunos medicamentos, la falta de vitamina B, algunos anticonceptivos y otros pueden influir en la caída.
En el embarazo podemos perder más cabello por una reconfiguración de las hormonas, pero no suele ser de gravedad.
La menopausia es una etapa en la que se cae por el aumento del las hormonas masculinas, que aumentan en el cuerpo de la mujer.
En otoño se cae por su fase telógena, a los tres meses se recupera de la caída. No debemos de preocuparnos por ello.
El tratamiento más útil es le autotrasplante, siempre que tengamos reservas en la nuca y otra que se hace folículo a folículo. El champús anticaida no está demostrado sus efectos, para la perdida no son claramente efectivos, pero si para la caspa.
Los cuidados del cabello: Podemos lavarlo tantas veces como lo necesitemos. Los secadores y colorantes son muy agresivos y debemos evitar en lo posible su uso frecuente. Las coletas también hacen que se nos caiga el cabello. El champú debe ser de un PH neutro, para que nuestro cabello no sufra. Es recomendable el peine mejor que el cepillo y que sea de dientes anchos. Siempre peinarse con el cabello seco, para que este más resistente.
Otros mitos son tratados por nuestros expertos.
Ahora hablamos con Loli Ruíz Sánchez-Molina, que es logopeda en la Asociación Parkinson Madrid.
Los enfermos de Parkinson tienen problemas de habla porque los músculos se hacen más rígidos. Tenemos una limitación en la apertura de la boca, en el movimiento de la lengua y otros. Esto también afecta a tener problemas para tragar.
Podemos trabajar las técnicas con la logopedia. La voz tiene una reducción del volumen, le cuesta cambiar el tono de la voz y una voz soplada, porque se le escapa el aire.
La respiración es fundamental en el habla. Si no respiramos bien nos quedamos sin “gasolina”, no llegamos a poder pronunciar nuestra frase hasta el final. El trabajo con la faringe, es muy importante en este proceso.
Os animamos a seguir los consejos de nuestra logopeda.