RECURSOS DISPONIBLES EN LA COMUNIDAD DE MADRID

vgjovenes@madrid.org Línea telefónica Fundación ANAR 116111 www.madrid.org/ayudaonlinead… Dirección General de la Mujer 91 720 62 08 Teléfono 016

Tratamos el tema de los malos tratos a la mujer porque el día 25 de noviembre se celebra Día de la NO Violencia contra las Mujeres.

Tenemos en los estudios a un plantel de especialistas en este tema.

La idea de celebrarlo nace en el I Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Colombia en julio de 1981.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la «violencia contra la mujer» como

«Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada. »

También es Violencia de Género:

EL FEMINICIDIO.

LA PROSTITUCIÓN.

LA TRATA DE LOS SERES HUMANOS.

LA MUTILZACIÓN GENITAL FEMENINA.

LOS CRÍMENES DE HONOR.

LA DESIGUALDAD SALARIAL.

• La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos.

• La violencia contra la mujer es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género.

• La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad.

• La violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar. La prevención es posible y esencial.

• La violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida.

Una de las principales dificultades para prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo es la marcada insuficiencia de fondos, que determina que los recursos para estas iniciativas sean sumamente escasos. Existen marcos muy promisorios, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen la meta específica de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas; no obstante, requieren un financiamiento suficiente para producir cambios concretos y significativos en la vida de las mujeres y las niñas.

Muchos países tienen legislaciones precarias en contra de la violencia de género, debido a que su abordaje a través de las políticas públicas no es transversal y es sin duda insuficiente. Junto con diferencias culturales, la forma en que las inequidades de género se producen está relacionada con las posibilidades que brindan los sistemas políticos, económicos, sanitarios y de seguridad social en cada país para el desarrollo de sus ciudadanas y ciudadanos. Las políticas públicas refuerzan o aminoran el impacto de género en la salud de las mujeres y hombres, pues no existen políticas neutras sino solamente «ciegas al género». En este sentido, el orden social, el funcionamiento jurídico, institucional, políticas y programas pueden contribuir a una mayor igualdad o mantener y hasta profundizar y construir nuevas desigualdades. La ausencia de ciertas políticas indica, muchas veces, que el Estado no se está haciendo cargo de las desigualdades de género existentes, lo que se manifiesta en distintos sectores de la vida social. Por ejemplo, la ausencia de políticas que instalen contenidos no sexistas en el sistema educativo, sin abordar allí la reproducción de construcciones culturales que atentan contra la igualdad de género.

De manera más crítica, existen leyes y políticas que no solo omiten, sino que además accionan con violencia mecanismos que generan mayores desigualdades de género; este es el caso del aborto.