Empezamos nuestro programa hablando con Eugenio, sobre el arte y la salud.

Hoy hablamos de las “Aleluyas” o historias sobre crímenes pasionales, que a lo largo del siglo XIX recorrían los pueblos de nuestro país. Hablamos de un precedente no solo del comic sino también del cine.

En un pliego de papel se exponían 48 viñetas que contaban la historia, por medio de una letanía o ritmo poético.

Se contaban historias moralizantes. Los sucesos escabrosos, robos y crímenes, tenían mucha aceptación popular. La Administración de Justicia entregaba a los ciegos extractos de los procesos judiciales para que ellos compusieran versos y ejercieran una función educativa y moralizante (el malo siempre la acaba pagando)

Las historias que relataban sucesos se llamaban avisos.

Seguimos con la adicción a las compras.

Denominado también como oniomanía o shoppingmanía, el síndrome de compra compulsiva es un tipo específico de alteración del comportamiento, semejante a la adición; por el cual una persona es incapaz de controlar sus tendencias e impulsos que le llevan a comprar. Esta adquisición puede estar fijada en un determinado objeto, bien o servicio, de forma que se tenga una tendencia irrefrenable a adquirir toda clase de zapatos o bolsos, por poner un ejemplo; o puede estar asociada al hecho de comprar por comprar, sea el producto que sea.

La personas más expuestas a esta adicción a las compras son los vulnerables jóvenes, que se encuentran en una etapa de formación, y donde cobra especial importancia la aceptación social y la pertenencia al grupo, siendo sus iguales su referente sobre lo que es adecuado y lo que no. Precisamente a esta edad, y en particular en las mujeres, es donde se encuentran la mayoría de los casos de compra compulsiva; y en especial, en aquellas que tienen mayores posibilidades económicas.

El prototipo de persona que empieza a sufrir la adicción por las compras compulsivas sería una joven de familia con posición económica media alta o alta, que no tiene que dar cuentas sobre lo que gasta, que suele realizar sus compras con amigas de una posición similar, y que le gusta “ir a la moda”, encaprichándose de lo último que sale al mercado. Así que si ves que tu hija empieza a gastar más de la cuenta, cogiendo a veces dinero a escondidas, y que lo tira en caprichos, tienes que plantearte que puede tener un problema de compra compulsiva.

También puede darse un poco más adelante, por ejemplo si observas que alguna amiga de una edad cercana a los cuarenta suele comprarse todo lo que aparece de su artista o famoso favorito, y además trata de ir a la moda, adquiriendo casi a diario nuevas prendas, que ni siquiera le da tiempo a disfrutar, ya que al día siguiente tiene otro modelo diferente, puede que debamos sospechar que sufra esta patología de compra compulsiva; pues, aunque se inicie en una edad temprana, si no se llega a tratar puede durar toda la vida.

La adicción a las compras o síndrome de compra compulsiva no se distingue externamente en nada de la compra normal que realizamos cualquiera de nosotros; la diferencia fundamental está en el interior, donde la persona afectada va a mostrar los siguientes síntomas o manifestaciones:

  • Niveles elevados de ansiedad en centros comerciales y otros lugares de compras.
  • Intrusión de pensamientos que incitan a la persona a comprar.
  • Aparición de deseos de resistirse, con imposibilidad de contener su impulso de realizar compras.
  • Una vez realizada la compra, liberación de la tensión y satisfacción.
  • Pasados unos momentos surgen sentimientos de culpa y remordimiento.

Estos impulsos se presentan en el adicto a las compras unas tres o cuatro veces por semana, aunque depende mucho de la disponibilidad de la tentación, y del estado de ánimo de la persona, ya que están muy relacionados con él, dándose sobre todo cuando se encuentra enfadada o frustrada, para levantarse el ánimo e incluso en estados de felicidad, como forma de celebrarlo.

Por otro lado, suele mostrar una distorsionada imagen corporal, con presencia de trastornos de la alimentación.

 

A diferencia de lo que se pudiese esperar de una persona que adquiere un nuevo producto, estas personas no disfrutan de aquello que han comprado, que normalmente está asociado a mejorar la visibilidad y la apariencia física, debido a los sentimientos de culpabilidad que les surgen con posterioridad, de hecho es frecuente que devuelvan lo adquirido en la tienda, que se lo regalen a alguna amiga o que lo acumulen prácticamente sin usarlo.

Si eres incapaz de pasar por delante de una tienda sin entrar a mirar si han puesto la nueva temporada, o si han rebajado algo que con anterioridad habías visto que te gustaba, y ya que estás dentro aprovechas para comprar algún artículo, aunque sea un solo detalle que piensas que te vendrá bien, y eso lo haces una y otra vez a lo largo de la semana, puede que estés presentando los primeros síntomas de una compradora compulsiva.

 

Nuestro experto Pediatra el Doctor Iván Carabaño del Hospital 12 de Octubre nos habla sobre el pitido en la respiración de los niños de menos de 2 años. La Bronquiolitis.

Es una infección de las pequeñas vías respiratorias (bronquiolos) que están en los pulmones. Casi siempre la causa son virus.

Aunque hay casos aislados a lo largo de todo el año, lo normal es que se den una o dos epidemias de bronquiolitis durante los meses de frío, entre noviembre y marzo. Y en estos casos, es el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) el principal responsable. Afecta sobre todo a los menores de 2 años. Cada año alrededor de uno de cada tres lactantes menores de un año tienen bronquiolitis. El pico se produce entre los 2 y 6 meses de edad.

El contagio se produce a través de la mucosidad o la saliva de una persona infectada. Y se propaga fácilmente en el seno de la familia, en las guarderías y en las salas de los hospitales o centros sanitarios.

También la causan otros virus como el virus de la gripe, el parainfluenza o el adenovirus.

¿Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis?

Los síntomas pueden variar mucho. Suele comenzar como un resfriado, con moco nasal, tos leve y, a veces, fiebre. Después de uno o dos días, la tos empeora y el niño tiene una respiración más agitada. Algunos de ellos pueden tener, además, dificultad para respirar (se le marcan las costillas y el abdomen se mueve mucho) y ruidos en el pecho (como “pitos” o “silbidos”).

Esto se debe a que los bronquiolos se inflaman y producen moco, dificultando el paso de aire a los pulmones y la respiración del niño.

En niños mayores y jóvenes la infección por el VRS produce sólo un resfriado. En cambio, los lactantes y niños pequeños son los que pueden tener síntomas más severos porque sus vías respiratorias son más pequeñas y se obstruyen más fácilmente.

¿Es grave?

La mayor parte de los niños tienen un cuadro leve, que se cura con tratamiento en su domicilio. Sólo algunos de ellos tendrán que ingresar en hospital.

El curso natural de la bronquiolitis puede durar entre 7 y 10 días. Pero es entre el segundo y tercer día cuando puede darse un empeoramiento. Es importante que padres y cuidadores sepan reconocer los signos y síntomas de dificultad respiratoria que les debe alertar para adelantar la cita con su pediatra o acudir a un centro sanitario (Tabla I).

En cualquier caso, hay que ser paciente. La evolución será lenta, con una mejoría gradual de su estado general y los síntomas respiratorios. Pero, algunos síntomas leves como la tos pueden durar 2-4 semanas.

Señales de alerta de dificultad respiratoria

Debe adelantar la cita con su pediatra o acudir a un centro sanitario si observa que su hijo/a:

– Tiene ruidos como “silbidos” en el pecho y respira más deprisa.

– Respira con dificultad: se marcan las costillas y mueve mucho el abdomen; o deja de respirar durante unos segundos.

– La fatiga (o cansancio) le dificulta tomar alimentos.

– Vomita todo lo que toma y rechaza tomar líquidos; apenas moja pañales. Cuidado con la deshidratación.

– Está somnoliento y quejumbroso.

– Le nota más pálido, con labios y puntas de los dedos de color azulado.

No hay ninguna medicina eficaz para combatir al Virus Respiratorio SincitialLos antibióticos que se usan para tratar las infecciones bacterianas no son eficaces para las infecciones causadas por virus, como la bronquiolitis.

Sin embargo, hay que recordar que la mayor parte de los casos son leves y autolimitados.

Hay medidas de soporte y cuidados generales que podemos realizar en casa y han demostrado ser muy útiles para aliviar los síntomas que se producen en la mayoría de los casos de bronquiolitis. También la supervisión clínica repetida por su pediatra ha demostrado ser útil, especialmente en las primeras 48-72 horas. Por ello es importante que los padres tengan una información adecuada:

  • Si tiene fiebre, dar un antitérmicocomo Paracetamol o Ibuprofeno (éste sólo si es mayor de 3 meses) y medidas físicas para bajarla.
  • Ofrecerle líquidos (agua o leche) de forma regular y en pequeñas tomas, para mantener una buena hidratación.
  • Hacer lavados nasalescon suero fisiológico o soluciones “salinas” y aspirar las secreciones le ayudarán a mantener despejada la nariz. Si además elevamos la cabecera de la cuna y colocamos al bebé un poco incorporado y boca arriba (decúbito supino), podrá respirar mejor.
  • Es posible que el niño coma más lentamente que de costumbre y tolere peor los alimentos. En estos casos, es mejor ofrecerle cantidades más pequeñas y frecuentes de líquidos y alimentos blandos para evitar que se fatigue o se deshidrate.
  • Es importante evitar cualquier exposición al humo del tabaco. No fumar en casa.
  • El uso de broncodilatadoresno ha demostrado que mejore la evolución. Tampoco el uso de corticoides (ni inhalados ni por vía sistémica). Sólo en aquellos casos con antecedentes familiares o personales de atopia, el pediatra puede realizar una prueba con beta-2 agonistas inhalados, medicinas que sirven para abrir las vías respiratorias. Esto parece ayudar a algunos niños, pero no siempre ocurre así.
  • Hay que tener en cuenta que los jarabes para la tosy los mucolíticos no son útiles y pueden ser perjudiciales.

En los demás casos, si hay dificultad respiratoria importante o signos de deshidratación, los niños tendrán que ser tratados en el hospital.

La campaña de vacunación frente a la gripe se inicia el 22 de octubre en la Comunidad de Madrid.

La gripe es una enfermedad muy contagiosa que ocasiona en las personas una infección aguda del aparato respiratorio.

La Consejería de Sanidad, a través del Servicio Madrileño de Salud, desarrolla cada año la Campaña de vacunación antigripal.

Esta campaña se dirige principalmente a:

  1. Personas con edad igual o superior a 60 años.
  2. Personas menores de 60 años con mayor riesgo de padecer complicaciones derivadas de la gripe.
  3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen alto riesgo de presentar complicaciones.
  4. Personas que trabajan en servicios públicos esenciales y otros.

Para recibir estas vacunas pueden solicitar cita en su Centro de Salud o en los Centros Municipales de Salud Comunitaria